junio 03, 2008

IMÁGENES DEL ENTORNO DEL CASTRO DE LA PEÑA DEL CULLADÓN

Estas son algunas de las imágenes obtenidas el domingo 1 de Junio del entorno del castro de la Peña del Culladón.

Fotografías de Ana I. Álvarez:







Texto y fotografías de José Feito:

SUBIENDO AL CASTRO CULLADÓN
Aún en ausencia del núcleo duro, Amigos del Paisaje muestra su vitalidad. Efectivamente, en ausencia justificada de nuestro ideólogo, Presidente Juan, y de nuestro estratega y organizador, Vicepresidente Nicasio, se llevó a cabo el ascenso al Castro Culladón.
No eran aún las once de la mañana cuando el grupo (pequeño pero aguerrido) atacó la base del Regueiro de Buspol muy cerca de su desembocadura en el curso medio del Narcea. Lo benigno de los pasos inaugurales no hacía presentir la cruda dureza que fue mostrando el trayecto. Compensaba, sin embargo, la belleza del regueiro, que transcurría sobre fondo basáltico y con afloramientos de minerales que dibujaban venas color naranja en el agua. Con frecuencia el de agua caía desde alturas superiores a los 100 metros, lo que nos da una idea del desnivel de la senda.
Superado el viejo bosque de castaños, alcanzamos un conato de bosque de eucaliptos. Eucaliptos raquíticos que colonizaban su propio territorio de forma recurrente, volví a comprobar cómo la realidad llega a convertirse en metáfora de sí misma. Un bosque de árboles raquíticos que continuamente se reproducen, incrementando salvajemente su densidad. Un bosque ruinoso, en el que lo inclinado del suelo daría lugar a costes de tala y arrastre que disuadirían cualquier intento de rentabilidad. ¿Quién habrá realizado esta repoblación sobre tocones de castaño quemados? ¿Quién daría el apoyo técnico? ¿Y quién el apoyo de la subvención? ¿Y con qué criterios y a través de qué procedimientos? Es la mejor ilustración que encontré para explicar el concepto de sincretismo perverso, de sincretismo bloqueante del desarrollo, pues se trataría de un sincretismo perverso de grado superior, de un sincretismo perverso recurrente, un sincretismo perverso que se reproduce y se refuerza.
Continuando el ascenso, van apareciendo tojos arborescentes y helechos gigantes entre los eucaliptos, hasta que llegan a hegemonizar el territorio ocupándolo en su totalidad y haciendo la ruta cada vez más dificultosa, cada vez más lenta. Al final nos encontramos sumergidos en un océano de matos que impedía el avance. Tuvimos que regresar. Reponer energías en Casa del Americano. Y continuar por la tarde.
Por la tarde atacamos el ascenso al Castro Culladón por la cara oeste. La pendiente era igualmente pronunciada. El primer tramo por la vera de un prado. El siguiente, entre eucaliptos igualmente raquíticos. Proseguimos sobre grandes piedras con aristas pronunciadas. Los tojos aparecen nuevamente alcanzando cada vez mayor talla, hasta convertirse en arborescentes. Nos vimos nuevamente bloqueados en la cercanía de la primera de las tres murallas del castro. Y tuvimos que regresar.
Este ha sido nuestro primer regueiro. Quedamos en hacer el ascenso de otros regueiros. Uno muy interesante es el Regueiro d’ Ablanares, entre Lavio y Pende y que culmina en el Camino Real de Lavio.



1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿de que raza es este individuo?(el de la ultima foto) vi ayer en la 2 "EL ULTIMO CAZADOR" y este individuo no aparecia, lo cual me confirma que no es una raza autóctona de Canadá .

12:54 p. m.  

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